El calcio es uno de los minerales más importantes en la dieta, para el cuerpo humano.
Aportará todos los elementos necesarios para reforzar los huesos, uñas y dientes de manera efectiva y saludable.
Pero… ¿qué pasa en el caso de los alérgicos a la lactosa así como a los productos derivados de la leche?
No se debe eliminar el calcio de la dieta ya que en éste te permitirá también fortalecer tu sistema nervioso y los músculos.
Es recomendable no abusar, puesto que un exceso podría provocar cálculos renales y problemas en los vasos sanguíneos. La cantidad adecuada para una dieta sana son 2 gramos por día.
Si se consigue seguir esta pauta diaria se logrará combatir la osteoporosis, una dolencia que a la llegada de la madurez puede provocar descalcificaciones severas volviendo los huesos más frágiles.
Una solución importante para obtener calcio de una forma segura y muy saludable es consumir leches de origen vegetal como la leche de soja, la leche de avena, la leche de almendras o arroz siempre enriquecida con calcio…
Además de este tipo de productos lácteos se puede encontrar una fuente importante de calcio en alimentos como las verduras de hoja verde, el brécol, las espinacas, la col, los frutos secos como las almendras o las nueces, las legumbres como las lentejas y los garbanzos.
El truco para asimilar el calcio de una manera fácil será ingerir junto a los alimentos antes mencionados otros nutrientes ricos en magnesio como los mariscos, el plátano, los cereales y semillas integrales o el salvado de trigo.
Además existen compuestos ricos en calcio, que puedes tomar para que no falte este elemento tan necesario en tu dieta y en tu organismo.
Fuente: recetas de cocina fáciles
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