Las cazuelas de barro son complementos de cocina que llevan entre nosotros prácticamente toda la vida, es posible que se trate del recipiente de cocina más antiguo que existe. Las comidas realizadas en cazuelas de barro quedan con un sabor casero delicioso y sabroso.
Pero, ¿de que manera se pueden usar las cazuelas de barro para obtener el máximo rendimiento con ellas y sacarles el mejor partido?
¿Hay que prepararlas previamente para su uso? ¿Cómo podemos hacerlo?
Veamos…
Para un óptimo uso de este tipo de cazuelas u ollas, una vez adquiridas en el establecimiento, hay tener en cuenta que no es llegar a casa y ya están listas para su uso, no es así, hay que realizarles una preparación previa para su uso con las comidas.
Para comenzar, es aconsejable dejarlas en remojo durante 24 horas con agua solamente.
Una vez pasado el día en remojo, se deja secar.
Tras el secado debemos insertarle agua con vinagre y refregarle en la parte inferior de la cazuela con un diente de ajo.
Se deja hervir durante unos minutos y ya estarán listas las cazuelas de barro para su uso.
Si no se siguen estos pasos, la cazuela puede acabar rota o rajada. La cazuela de barro es una pieza de alfarería y como tal, es algo más frágil que una olla convencional.
Las cazuelas de barro son muy recomendables tanto para guisos como estofados, ya que les aporta otro tipo de consistencia a las recetas, espesándolas más y dándoles un toque de sabor único, diferente y suculento. Es aconsejable, a la hora de cocinar con una cazuela de barro, hacerlo a fuego lento, ya que de lo contrario, también pueden partirse por la mitad.
Prueba a guisar con cazuelas de barro y no te arrepentirás del sabor que le aportará a tus comidas.
Fuente: entre pucheros
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