Un postre delicioso y sensacional: semifrío de piña.
200 ml de nata
1 kilo de piña en almíbar
6 cucharadas de leche condensada
9 bizcochos de soletilla
6-8 guindas en almíbar
medio vaso de licor de frutas
Para decorar:
natillas
salsa de frutos del bosque
hierba Luisa en polvo
moras, arándanos, grosellas
hojas de menta
PREPARACION
Montamos la nata con una batidora de varillas. Añadimos la leche condensada y mezclamos suavemente. Troceamos una rodaja de piña y la incorporamos a la mezcla.
Mezclamos el almíbar de la piña con el licor de frutas. Con ayuda de un pincel, untaremos los bizcochos.
Untamos un bol con mantequilla y cubrimos las paredes con las rodajas de piña. En el centro de cada rodaja, colocamos una guinda cortada por la mitad. Cubrimos con la nata montada, colocamos encima 3 bizcochos, ponemos una nueva capa de nata y tapamos con el resto de los bizcochos.
Lo metemos en el frigorífico durante 6 horas.
A la hora de desmoldar, sumergiremos brevemente el molde en una cazuela con agua caliente y con ayuda de una espátula despegaremos los bordes. Lo volcamos sobre un plato. Salseamos el plato con las natillas y la salsa de frutas del bosque. Espolvoreamos con la hierba Luisa en polvo. Adornamos con moras, arándanos, grosellas y una ramita de menta.
La piña es una fruta muy frágil y sensible a los cambios bruscos de temperatura. Se puede conservar durante unos días en un lugar fresco y seco, pero nunca en el frigorífico porque se deteriora a temperaturas inferiores a 7ºC.
Fuente: entre pucheros
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