Precalentamos el horno a 180ªC.

Enmantequillamos y enharinamos ligeramente un molde para biscuchuelo de fondo removible. Reservamos.

En un recipiente ponemos las claras y las batimos con batidora electrica hasta que este de punto nieve (es decir que al ladear el recipiente, el merengue no se desplace).

Agregamos el azúcar en 2 tandas y continuamos batiendo durante 3 minutos. Agregamos las yemas de 1 en 1 batiendo un poco entre cada una.

Cernimos la harina, maicena y polvos de hornear juntos.

Añadimos esta mezcla en 3 tandas al merengue, y lo mezclamos con la ayuda de una espatula con movimientos envolventes, para evitar que se baje. Vertemos la mezcla en el molde reservado y lo llevamos al horno por 20 a 25 minutos hasta que al enterrarle un palito en el centro este salga seco. Dejar enfriar y cortarlo en 3 capas. Reservar.

Pelamos la piña y la rallamos (usando la parte más grande del rallador, la que usamos para la zanahoria) y la pesamos.

En una olla ponemos la piña y el mismo peso en azúcar, revolvemos bien y cocinamos a fuego suave revolviendo ocasionalmente (es importante que no de pegue) hasta que podemos ver el fondo de la olla. Retiramos del fuego y dejamos enfriar.

Ponemos en una olla pequeña el azucar con el agua para el almíbar. Calentamos a fuego fuerte sin revolver hasta que comience a hervir, bajamos el fuego al minimo y cocinamos por 5 minutos. Dejamos enfriar.

En un bol ponemos la crema, agregamos la mitad del azúcar y batimos con batidora eléctrica hasta que comience a subir y a estar más firme. Agregamos el resto del azúcar y continuamos batiendo hasta que este de punto chantilly.

En el plato en el que armaremos la torta ponemos un biscochuelo, esparcimos un poco del almíbar en el, esparcimos una capa de la piña confitada y luego una capa de crema.

Repetimos este paso con las 3 capas de biscochuelo.

Decoramos la torta con la crema y la piña restante y ¡A disfrutar!