A ver, es una cena/comida de empresa. Es decir, no es una fiesta ni una reunión de trabajo, sino un momento para tratar de manera distendida con los compañeros de trabajo y los jefes. Elije una vestimenta discreta, nada que llame mucho la atención por exuberante ni por recatado.

Se debe evitar ir vestida como todos los días, excepto si se va directamente desde la oficina, aunque no suele ser lo habitual.

Conviene dar un carácter más festivo al look, aunque sin excesos. Los hombres, por ejemplo, pueden utilizar un traje más moderno, no llevar corbata o usar un zapato más informal. Si es un evento distendido, se puede utilizar un vaquero oscuro con una chaqueta.

En el caso de las mujeres, vestir más moderna, atractiva, con un recogido, carmín rojo… Ni provocador, ni formal; ni demasiado llamativa ni rozando la vulgaridad.

Es el momento de apostar por los complementos.

Los hombres pueden arriesgar con colores de la corbata (o pajarita), en caso de llevarla, gemelos, la correa del reloj o los calcetines.

Las mujeres pueden optar por zapatos de tacón más alto y fino, gargantilla de piedras, un chaleco bordado, o botines de tendencia, como son los de terciopelo, cadena o tachuelas.

Esto no es un gala, así que no es necesario que vengas de traje a la cena de empresa, pero tampoco es necesario que muestres cosas que tus compañeros no hayan visto antes. Vístete con algo que te guste, que vayas cómodo y con algún detalle que demuestre que te has arreglado para la ocasión.

La imagen profesional que se transmite en estos eventos va a perdurar una vez haya finalizado dicha celebración, se vuelva la oficina y a la rutina laboral diaria.

Lo tercero que se nos pasa por la cabeza es: ¿hay que ir solo?… ¿o se puede ir acompañado?…..

Pues, a no ser que te indiquen lo contrario y todos los demás lo hagan, lo recomendable es acudir sin pareja. Date cuenta que son tus compañeros de trabajo y es una reunión de empresa.

Lo cuarto pero no menos importante que se nos ocurre pensar es…. ¿y cómo debo comportarme? ¿Qué hago? ¿Qué digo? ……

Para esto veremos unos cuantos CONSEJOS y REGLAS DE PROTOCOLO:

Te recuerdo que es un encuentro distendido pero sigue siendo dentro del ámbito del trabajo, por lo que siempre se deben mantener las formas y conservar una actitud similar a la de la oficina.

Intentar no llegar tarde (la puntualidad es algo muy valorado en este tipo de reuniones) y no irse antes de los postres. Aunque si la situación se descontrola, se aconseja una retirada a tiempo. Y sobre todo, no seas el último en irte.

Evita tomar muchas confianzas con los jefes.

Comportamiento en la mesa

Comer con los cubiertos adecuados, no fumar en la mesa ni atender al teléfono.

Nunca te quejes de la comida. Somos invitados y como tales hemos de ser agradecidos.

Haz el esfuerzo de probar lo que te ofrezcan.

No te excedas con el alcohol y sé muy comedido.




No debes bajo ningun concepto protagonizar actos o comportamientos improcedentes e inapropiados, pues estos pueden ser considerados como graves: amenazas, agresiones, insultos, acoso sexual, faltas de respeto… Ya no solo a los propios a compañeros de trabajo, sino también a los responsables o a sus familiares.

¿De qué debo o puedo hablar?

No existe un manual de qué decir en una reunión de empresa. Pero sí hay unas reglas muy básicas y muy lógicas: Nada de hablar de ciertos temas, especialmente políticos, religiosos, cuestiones delicadas, íntimas, de salud, políticamente incorrectas o de otras personas de la empresa. ¡Nada de chismorreos! Lo más importante es estar relajado y la mente atenta. Y si saliera alguno de estos temas, trátalo con delicadeza y respeto. No generes controversia.

En definitiva, todas estas situaciones mencionadas pueden tener consecuencias legales y arruinar lo que parecía un día de festejo y de diversión típica de la Navidad. Sin duda, lo mejor es actuar con naturalidad, ser uno mismo y comportarse como lo sueles hacer habitualmente en tu día a día. Por lo tanto, recuerda no sobreactuar ni romper tampoco los límites pues, como ya hemos avanzado, estamos en realidad en un encuentro de trabajo. No te excedas, controla y modera los comentarios, así como tus actos durante el desarrollo de la comida o cena de empresa.

Habla con todo el mundo

¿Recuerdas a ese compañero/a que se sienta lejos de tus sitio y que solo hablas en el ascensor o en las escaleras? La cena es un buen momento para romper el hielo y hablar con  todo el mundo.

Un buen dúo

Si es posible, júntate con ese compañero/a de trabajo que te conoce de sobra y que te cuidará para que no hagas el ridículo. Podréis estar pendiente uno del otro y decidir juntos cuando es la hora de llamar un taxi.

¿Y si me toca sentarme al lado de alguien que no me cae bien?

Puedes sentarte junto a alguien con quien tengas más afinidad, pero si tienes que sentarte junto a alguien que no te cae bien, sé amable y cordial, siempre respetuoso… ¡quien sabe! Es posible que tengáis más cosas en común de las que te imaginas.

Hay vida después del trabajo

La fiesta de Navidad es solo eso: una fiesta. Eso significa que es un evento social, y no el lugar para entrar en los detalles del último proyecto de tu equipo. Deja el equipaje profesional en la puerta e intenta relajarte y pasar un buen rato para divertirte. Muestra a tus colegas que tienes una vida fuera del trabajo y aprovecha para tocar temas de los que no habláis en el día a día.

Las fotos

No compartas selfies, videos o  fotos en las redes sociales, quizá haya quien no quiera salir en esa foto y/o habrá que pedir autorización.

Prohibido ligar

Anteriomente hemos hablado de usar la lógica… Evidentemente este NO ES EL MOMENTO NI EL LUGAR más adecuado para sacar nuestras armas de seducción y mucho menos para ligar. No es lo ideal flirtear ni hacer corrillos, ni cuchicheos ni nada parecido.

El baile

Las fiestas navideñas desinhiben, y en este caso es mejor que bailes de forma discreta, sin llamar la atención.

Cómo evitar el sudor en las comidas y cenas de empresa

Ya conoces las reglas de protocolo y los consejos de moda perfectos para triunfar en las cenas de empresa, sin embargo, el sudor excesivo, fruto, en ocasiones, del nerviosismo del momento, puede llegar a arruinar tu imagen.

Comenzamos abordando el papel fundamental que tiene la alimentación en la prevención del sudor, máxime en Navidad, al ser una época de frecuentes comidas y cenas con familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Los expertos gastronómicos recomiendan alimentarse de forma moderada en estas fiestas. No es aconsejable, especialmente el día previo a un evento social o familiar navideño, comer abundantemente.

Debe seguirse una dieta basada en alimentos ligeros y naturales para evitar que el sudor nos juegue una mala pasada. Así, las frutas y verduras son los alimentos más recomendados, sobre todo en el desayuno y la cena. Si se come demasiado, y además la dieta es rica en grasas, azúcares e hidratos de carbono, subirá la temperatura del organismo, el cual se verá obligado a disipar ese exceso de calor a través del sudor.

También se aconseja restringir el aderezo de especias en los platos si se pretende eliminar el sudor excesivo, ya que aumentan la temperatura del organismo, especialmente el picante.

Además, los reencuentros con familiares con los que hay cierta tensión en la relación, las cenas de empresa a las que asisten determinados compañeros o jefes y la frenética actividad social que caracteriza estos días, suponen un reto para aquellas personas que sufren hiperhidrosis, ya que el estrés incrementa la sudoración.

Por tanto intenta estar relajado estos días de fiesta, sin nervios, sin estrés, come sano, sin picantes, sin azúcares, grasas o hidratos de carbono.

Y además usa un buen antitranspirante.

Recuerda que lo más importante es que la pases bien. Es posible divertirse en la cena navideña de la oficina manteniendo tu profesionalidad.

COSAS QUE NO SE DEBEN HACER BAJO NINGUN CONCEPTO

El alcohol puede jugarte una mala pasada. El hecho de consumir en exceso puede desinhibirte demasiado (con tus compañeros, tu jefe…) y que en un futuro te repitan hasta la saciedad frases como “¿te acuerdas de lo que hiciste en aquella cena de Navidad?”. Y lo peor: que los otros se acuerden de todos los detalles y tú no.

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