Trufas cremosas de chocolate y mandarina.
Para este postre, el ingrediente estrella es el chocolate.
Son unas trufas cremosas con sabor a mandarina. Puedes adaptarlas al sabor que más te guste, y que vaya bien con el chocolate, pero la mandarina les da un sabor muy fresco e irresistible.
Te recomiendo que las guardes en la nevera (una semana máximo) hasta el momento de servirlas. Son tan cremosas que se derriten fácilmente. También puedes congelarlas para tenerlas siempre preparadas y disfrutar de ellas en cualquier momento.
¡Vamos con la receta!
INGREDIENTES
225 gramos de chocolate blanco de cobertura
80 gramos de mantequilla sin sal
2 ó 3 cucharadas de pasta de mandarina (esta cantidad va en gustos, pero ten en cuenta que el chocolate blanco tiene un sabor bastante intenso)
1 pizca de sal
45 ml de nata para montar
50 gramos de azúcar glas
*opcional: colorante alimentario para chocolate.
PREPARACION
Derretir la mantequilla con cuidado y añadir la nata, removiendo para mezclarlas. Añadir también la sal y la pasta saborizante. Mezclar bien y reservar.
Derretir el chocolate blanco al baño María, removiendo de vez en cuando.
Hay que tener paciencia y derretir el chocolate a temperatura muy baja; que se vaya derritiendo, pero que al tocarlo con la yema del dedo no te queme.
Por si sirve de referencia, la placa de inducción puede estar al 3,5.
Una vez derretido, añadir un poco de colorante alimentario naranja. El chocolate blanco tiene un color amarillo muy intenso y la pasta de mandarina no es suficiente para teñirlo.
Si tú también vas a incorporarlo, fíjate en que el colorante tiene que ser específico para chocolate. Normalmente se elaboran con base de agua y, al separarse de la grasa, no teñiría el chocolate; los colorantes específicos para chocolate están elaborados con base de aceite.
Una vez que el chocolate se haya derretido, mezclar con la nata y la mantequilla atemperadas.
Cubrir con papel film “a piel” para evitar que se forme una película al enfriarse el chocolate.
Guardar en la nevera entre 2 y 3 horas. Es recomendable remover con un tenedor de vez en cuando. Así obtendremos una masa más cremosa.
Una vez pasado este tiempo, formaremos las trufas con ayuda de una cuchara o incluso usando un vaciador de melón, intentando que queden redondas y de tamaño similar. Para que no se peguen a las manos, “mánchatelas” con azúcar glas.
Por último, bañamos las trufas con más azúcar glas.
¡¡A disfrutarlas!!
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