La cereza es una de las frutas más prácticas a la hora de consumirla, pues su piel es comestible, tiene un tamaño reducido y su aspecto es muy atractivo para los niños, lo que ayuda a fomentar una dieta equilibrada y rica en frutas y verduras.
Existen cientos de variedades de cerezas, pero son muchas menos las que llegan al mercado. Lo más habitual es clasificarlas en dos grandes grupos: las dulces y las ácidas, conocidas como guindas. De entre todos los tipos que existen, las más frecuentes son las siguientes:
* Picota: En España, es la reina de las cerezas. Es muy resistente y de pulpa consistente que procede fundamentalmente del Valle del Jerte.
* Guindas: De sabor dulce y tono colorado, son las preferidas a la hora de hacer compotas o bebidas alcohólicas.
* Cereza gordal: Puede ser roja, amarillo o negra, apenas tiene zumo y se consume, sobre todo, como postre.
* Cerezas inglesas: Destacan por su color rojo intenso oscuro y por ser muy sabrosas.
Muchos beneficios
Las cerezas poseen un alto contenido en vitaminas A y C, potasio y fibra, lo que le atorga propiedades laxantes y diuréticas. Además, las cerezas son ricas en antocianos y ácido elágico, de acción antioxidante que la convierten en una aliada contra las afecciones crónicas como la artritis reumatoide o enfermedades cardiovasculares. Con todos estas propiedades beneficiosas para nuestro organismo, no es de extrañar que sea un fruto muy sano y recomendado, ya que tiene un alto contenido en agua y efecto saciante, lo que lo convierte en una fruta muy adecuada en casos de obesidad. Tradicionalmente, el consumo de cerezas ha estado siempre relacionado con el tratamiento y prevención de la gota y del ácido úrico.
Más allá del postre
Es habitual que, al ser una fruta, la cereza se consuma la mayoría de veces al natural. No obstante, existen otras maneras de prepararla y presentarla. En postres están presentes en tartas, mousses y sorbetes, aunque también es frecuente consumirlas en almíbar o como relleno de bombones de chocolate. Otra forma de presentación son las confituras y mermeladas de cerezas o confitadas para adornar pasteles. En algunos países es muy habitual preparar salsas a base de cerezas, que sirven para acompañar platos de carne de caza, como el jabalí o el pato, ya que el contraste de sabores resulta delicioso. Sin embargo, las guindas son tan agrias que no se pueden tomar frescas, por lo que se conservan a menudo en frascos y se utilizan para preparar tartas y algunas empanadas.
Licores de cereza
Con el zumo fermentado de algunas variedades de esta fruta se elaboran aguardientes que mantienen todo su sabor, conocidas con el nombre de Kirsch y que se produce sobretodo e Europa central. El más popular es el que se elabora en las riveras del Rhin, siendo el de mayor prestigio el de la zona de la Selva Negra alemana, que se produce a partir de una variedad de cereza negra silvestre típica de la zona. No obstante, no sólo se produce en Alemania, si no que también son muy típicos el Marraschino italiano y el aguardiente de cerezas del Valle del Jerte, entre otros muchos más típicos de licores. El Kirsch se suele tomar muy frío y los entendidos en la materia recomiendan enfriar la copa con un cubito de hielo y, una vez enfriado el cristal, tirar el hielo y el agua y verter el licor de cerezas en su interior. Pero no sólo se bebe, sino que también es muy habitual utilizar en recetas de repostería, macedonias de frutas o la tradicional fondue de queso.
¿Cómo elegir las mejores?
Cuando compramos cualquier pieza de fruta, existen una serie de recomendaciones que hay que seguir para poder escoger las mejores cerezas del mercado y así poder disfrutar de todo su sabor. Para empezar, y como hacemos con todas las frutas, hay que asegurarse de que las cerezas están enteras y gozan de un aspecto sano. Excepto en el caso de las picotas, que pierden su pedúnculo de forma natural, es importante que las cerezas conserven el rabito, ya que si no pueden perder su zumo. La cereza no madura una vez es arrancada del árbol, así que se aconseja comprarlas en el punto óptimo de maduración y mejor a granel que no ya preparadas en envases Se pueden mantener de dos a tres días en el frigorífico sin perder facultades.
¿Sabias que…?
Se trata de una fruta de gran tradición y extensión que se introdujo en Europa procedente de Asia menor, de la zona ubicada entre el Mar Negro y el Caspio, donde aún se dan variedades silvestres.
Las personas diabéticas también pueden disfrutar del sabor de las cerezas ya que el azúcar que contiene es, generalmente, asimilable. No obstante, se recomienda consultar con el médico antes de consumirlas.
Con su rabillo se puede realizar una infusión que ayuda a prevenir el estreñimiento, actúa como antiinflamatorio del sistema urinario, alivia los dolores de estómago y activa la libido de la mujer.
En el momento justo
Quizás el único inconveniente que podemos encontrar en las cerezas es que no podemos disfrutar de su sabor y beneficios todos los días del año. Esta deliciosa fruta sólo está disponibles durante los meses de verano, aunque a finales de mayo ya se pueden encontrar en el mercado. De hecho, son muchos los niños que relacionan la llegada de las cerezas con el final del curso escolar y el principio de las vacaciones.
Fuente: entre pucheros
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